¿Qué tiene que ver el ejercicio físico con la piel?
Siempre hemos escuchado a las personas que practican deporte decir que el ejercicio físico es muy importante -no solo para mantener la forma- sino para los cuidados de la piel. Suelen decir que gracias al deporte, por muy leve que sea, ayuda a oxigenar el cuerpo, por tanto, en cierto sentido, está alimentando la piel y le da los nutrientes necesarios para mantenerla viva y brillante. Pero, ¿es verdaderamente bueno el ejercicio para la piel?
Como todo en esta vida, no existe una única solución a esta pequeña incógnita. Pues resulta que el deporte puede ser muy bueno, pero a la vez te puede perjudicar. Y no estamos hablando de llevar el ejercicio al límite de tu cuerpo, sino de cómo se comporta éste en determinados momentos. Además de destacar dónde y en qué condiciones entrenas. Pues no es lo mismo entrenar en el interior o en el exterior y a que agentes externos estás expuesto cuando entrenas. Y, si usas o no, las protecciones adecuadas a la temperatura que acontecen.
Gracias al ejercicio físico se obtienen múltiples beneficios. Entre estos destaca una mayor felicidad, gracias a la serotonina y endorfinas que se activan cuando realizamos un pequeño esfuerzo muscular. También fortalece el sistema inmune, puesto que está en continuo funcionamiento y no se relaja ante posibles ataques de virus. Ayuda también a un mejor descanso por la noche, debido al extra de calorías consumidas en el día. Y, ¿a mejorar la piel?
¿Es cierto que es bueno para la piel?
Por una parte, sí, mejora la piel. Estimula la circulación sanguínea y esto favorece a la oxigenación del cuerpo manteniendo una piel brillante y de mejor calidad. Además, el sudor, al conseguir una mayor temperatura del cuerpo, favorece a la eliminación de la suciedad de la piel.
Por otra parte, para las personas con una vasodilatación excesiva y rápida (se suelen poner rojas con facilidad), no es muy aconsejable el ejercicio en el exterior en condiciones meteorológicas extremas de calor o frío, pues el sudor les puede provocar infecciones en la piel por la disminución de la inmunidad cutánea. Es decir, son más propensos a enfermar con mayor facilidad y, hablando de la piel, se le puede agrietar o deshidratar con mayor facilidad.
A nivel estético, también existen diferentes factores buenos y malos. Entre los buenos destaca una mejor tonificación de la piel y menos ojeras por el drenaje realizado con la actividad física. Además, ayuda a reducir el estrés mediante la liberación de la tensión acumulada por el trabajo, vida familiar, etc. Entre los factores menos buenos, nos podemos encontrar con la aparición de estrías en las zonas de axilas, glúteos y hombros (zonas con mayor propensión a la aparición de las mimas).
¿Es bueno realizarlo en el exterior?
En cuanto al deporte al aire libre, es importante protegerse siempre de las condiciones meteorológicas en las que se encuentra en el momento de realizar la actividad física. Hay que utilizar la protección adecuada a cada caso. Por ejemplo: para el frio, abrigo adecuado. Para el viento, un cortavientos para evitar la sequedad que este produce. Para el sol, protección solar para evitar la deshidratación de la piel, sin importar la época del año en la que nos encontremos. Solo hay que fijarse en lo envejecida que está la piel de los atletas que entrenan y viven prácticamente en el exterior a causa de los distintos factores cambiantes del tiempo meteorológico.
Por último, es muy importante, no realizar ningún tipo de ejercicio físico con maquillaje, ya sea en interiores o exteriores. Pues éste puede favorecer a alergias cutáneas y, junto con la mezcla del sudor -que no deja hacer una de sus funciones- puede favorecer a la aparición de eczemas, alergias o granitos.
También es muy importante llevar una alimentación saludable -de la que hablé hace un mes en otro post- que ayudará a potenciar mejor los cuidados de la piel y realizar con mayor energía el ejercicio físico diario.
Aunque es cierto que cuanto más te cuides con una buena alimentación y con ejercicio y uses toda la protección posible, hay un factor muy importante que no se podrá evitar y esta es nada más y nada menos que la genética. Ésta es la más importante y la que actuará por encima de todas las demás. Puede que cumplas a rajatabla todos los procesos para evitar tener arrugas o algún desperfecto en el rostro o manos, pero aun así eres joven y tienes más de lo normal, eso es la genética.
Por suerte, existe un tratamiento que puede luchar contra arrugas, melasmas, cicatrices de acné, ojeras oscuras… en definitiva, luchar contra esa genética que te priva de lucir el rostro joven adecuado a tu juventud interior. Ese tratamiento se realiza sin cirugía y se llama Molding Mask.